26 julio 2006

Dulce hogar

Es aquí donde reina el hogar de la humildad. Nosotros llegamos para invadirlo, no sé si venimos cargados para dar o tan solo arribamos para ser contagiados con toda la frescura de la que este mismo goza. Uno entiende todo, porque no hay respuestas más que llegar y que todo huela a calma, paz y serenidad. Uno viaja hasta aquí, cruza la barrera de por medio y la magia en donde se encuentra no la traen los magos ni los duendes, ni mucho menos nosotros. Aquí el aire es transparente por todos sus recovecos, los edificios no esconden los retratos que confeccionan las estrellas y las hierbas crecen en verdes fluorescentes. Cuán protagonistas pasan a ser las miradas, las sonrisas, las corridas y los silencios. Porque aquí el presente pareciera disolverse, aquí no nos abruman las medidas ni tampoco existen las sentencias, es aquí donde el ocaso es el más maravilloso de todos y la noche trae las brisas más cálidas en invierno. Es que aquí nos echamos a correr sin escaparle al mundo, porque aquí el mundo nace y termina en un suspiro de alegría, porque aquí uno perdona la vejez del pasado y le abre las puertas a un futuro de eterna juventud. Y aquí es donde las rondas no son redondas, ellas son inmensas y multitudinarias, ellas viven sin descanso y hablan con el cuerpo. Y es que el olvido más rotundo no se atreve a acercarse en estos pagos, porque aquí la firmeza nos traiciona y lo sensible toma el mando del desafío. Y venimos cargados de una seguridad que nos pesa, la que nos ata unos a los otros, la que sabe que las lágrimas no siempre duelen, la que nos juega, nos observa y nos evalúa, pero la que siempre recuerda no olvidar nunca su rol de compañera. Porque aquí la gracia es alegría, una caricia es consuelo, la palabra un alivio, una corrida te alcanza y una caída te levanta. Y aunque también aquí las horas sean esclavas de los días, solo ellas entienden lo bueno de ser prisioneras por un tiempo. Porque aquí somos muchos los que buscamos poco, lo poco y lo pequeño, a veces tan pequeño que no se ve, pero de todos modos existe, existe y está, apenas lo notamos y nos lo guardamos con cuidado y prudencia. Y es así cómo la magia vuelve a nacer, es lo pequeño de su encanto lo que tanto admiramos y así es cómo ella una vez más nos despide y espera que aquel regreso continúe siendo eterno.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

amiga me encantoo
y es re asi!
uno espera que pase el tiempo y volver a ir, y vovler a sentir esa tranquilidad, esas sonrisas, esa paz...
es increible..
te quiero nena

Anónimo dijo...

porque aquí uno perdona la vejez del pasado y le abre las puertas a un futuro de eterna juventud.

larita muy lindo este, me gusto mucho. rescato esa frase!

Mecha dijo...

hermoso ^^

no se, de golpe empezaste la facu y te pusiste toda hiper artistica en todo sentido =D
Me encantan las cosas q estas escribiendo...

Besos amiga

Anónimo dijo...

laraaa este espacio se la banca, despues te propongo un par de temas de inspiracion a mi estiloo.
besos larucha!!!!!
(la sandia)