12 septiembre 2006

Pupurrí expresivo

Salgo a caminar un rato por ahí. Mientras avanzo observo un poco a mi alrededor. Hay algo lindo, algo feo, está presente lo frágil, de moda lo sensible, lo brillante. Pero además veo un poco de la esencia. Me tapo los ojos y sigo oliendo el clima tirante que se genera en la multitud. Esos que chocan entre sí por defender sus propias verdades, y a su vez interactúan en un laberinto de mentiras oscuras y ocultas. Siento constantemente cómo nace la necesidad de expresarse, de querer gritarle al mundo quiénes somos, e ir sensibilizando los oídos para la aceptación de la negación y la afirmación. Unos somos así, otros asá, pero siempre lejos de llevar la carga perfecta en las espaldas. Hoy me sigo equivocando, y me enojo. Pero aprendo, luego borro y de nuevo vuelvo a escribir. Con el tiempo van incumbiendo cosas nuevas, tal vez tan pequeñas que pasan desapercibidas ante mis ojos, pero están. De a poco las voy viendo, las enuncio, las expongo, las leo, las subrayo. Bien de a poco. No hay que correr, sino por lógica llegaríamos más rápido. ¿Y después qué?, no entiendo, no entiendo la meta. Mejor marchar a paso lento, pausado. Mientras tanto voy mirando a los costados, derecho e izquierdo, uno y otro. Estamos en la frecuencia en donde la comodidad nos avergüenza, pero al mismo tiempo nos amenaza con la tentación. Y al caer es cuando nuevamente borro e insisto en volver a escribir sobre una hoja nueva. Recuerdo el andar de un velero, sobretodo el vaivén. A veces surge el mareo y acudimos en busca de un asiento antes de que explote, otras veces nos divertimos y no dejamos que el pelo nos tape la cara en la fotografía. Hoy me siento débil y pido socorro, mañana venderé sonrisas en oferta y mi tienda estará repleta de gente. Estamos llegando a una nueva estación, bienvenida. Se ha pinchado la burbuja, somos libres. Libres para poder escuchar una canción de amor, pero de las buenas nada de cursilerías. Libres de sentir, ya sea algo fuerte o débil, perplejo o acertado. Libres de razón, de juzgar elecciones que marquen distancia. Libres de manifestar nuestra vocación, nuestro querer, nuestro elegir. Hoy no tengo ganas de pensar, tan solo quiero gritar que soy joven y disfrutar del eco. No tengo idea si existe la posibilidad de madurar un plan B, por el momento vamos a empezar por la base. La base está. ¿Seguro que la base está?, yo creo que estoy bien parada.

6 comentarios:

El Gato Encerrado dijo...

Eso, eso.... ¿Pará qué voy a correr si no tengo idea de adónde voy? Es como llegar primero a un cumpleaños y tener que charlar con la Tía Antonia que se quedó soltera... Un bajón...
A disfrutar esa libertad!!!
Muy lindo artículo, Señorita!!!
Rodrigo.-

Anónimo dijo...

lara.. la torre eifel anterior y las canciones cursi de amor superaron mi tarde de miércoles...
te quiro mucho..

lara dijo...

Jaja, lo de la Torre Eiffel fue genial. Y no sé por qué pensé en vos cuando escribí esa parte... Mejor después en privado te hago el comentario, juaaz.
Gracias Marotiña.

Anónimo dijo...

tenia las re ganas de leerlo, pero prefiero que me mandes un mail a delirarte_@hotmail.com y me des tu direccion de blogspot, y lo leo luego

gracias

Anónimo dijo...

laree!
actualizaaaaaaaaa

lara dijo...

En cualquier momento lo cierro Marian!!!!!!!