25 junio 2006

Arco iris

Acostada en una inmensa cama de pasto y solo sentir el olor de una fragancia que únicamente huele a libertad. Cuán bello es el frío que siente la piel cuando el cielo parece intimidarla, no es más que eso. El viento no permite la muerte de las banderas, no deja que los ángeles duerman en la tierra, se atreve a desafiar a la tranquilidad y jamás dejará de practicar cómo remediar su vuelo. Hoy mi cuerpo se zambulle en una burbuja inadmisible del otro lado del hemisferio. Correr por el campo sin que los edificios nos encierren, sin ruidos pesados más que aquel que las margaritas no emiten, sin multitudes consumidas por la falta de compasión. Las palabras surgirán en el aire sin aceptar que los ojos vuelvan a cerrarse para no volver a abrir, deseando que la gracia que poseen los árboles alcance el tamaño de los mismos, queriendo a más no poder que sus raíces se entremezclen unas a unas, sin importar colores ni razas ni tamaños. Aislados del mundo en un campo sin fin, sin barreras y sin rutas, en donde sí es posible soñar despiertos, sin parámetros ni justificaciones. Acostarse es sentir cuán grande es el tamaño de la existencia misma, pararse es querer alcanzar aquello inalcanzable, las manos son las que llevarán la delantera esta vez, la mente quedará por debajo. Atreverse a un grito con ganas, si es posible un poco más fuerte, sin importar que la voz se nos consuma, aunque nadie nos escuche. Gritarle a las mismas estrellas que nos alumbran, las que una vez más nos enseñan que la vida no siempre es callar para ganar, que no todo es blanco cuando hay negro y no todo es negro cuando hay una pizca de blanco, las que no le temieron a imaginar más allá de lo establecido por las reglas que nadie comprende ni tal vez comprenderá nunca. Sonrisas que parecieran hablar con experiencia, lágrimas débiles combinándose con algunas más fuertes, emociones que vuelven a crearse sin sentirnos artistas, permanecer callados cuando el corazón es el único que habla y nos enmudece. Voces que nos hablan sin darles nosotros ninguna respuesta porque ya he dicho que el corazón es el único protagonista, el cielo el único expectante, y el mar el único que continua esperándonos para zarpar en un rumbo sin forjar motivos para desaparecer, ni mucho menos para no volver a ver un arco iris.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

"Acostarse es sentir cuán grande es el tamaño de la existencia misma, pararse es querer alcanzar aquello inalcanzable"

Laru... increible!!!

me encanto esa frase! es muy cierta.

buen gordita... un placer haber compartido estos momentos contigo!!!

te mando un besito gordita
se la quiere mucho!


SEA FELIZ

siempre


besitos


tama

Anónimo dijo...

Esta muy bueno el texto, linda forma de escribir!!

Anónimo dijo...

amiga no se si estoy haciendo esto bien... si se ve es q lo hice bien jaja
tmp lo lei lo q pusiste pq estoy yendome a dibujar ahora
solo t queria decir q sos fea y puta... mentiiiiira sos hermosa y sos mi amiga y por eso t debes sentir tan importante jaja
t quieor tarada...
yo q vos le pegaba una trompada a la fea esa de la fiesta...
si cree q se lleva un premio estando con ese piojito narigón jjj espera muy poco en la vida
no como yo... yo soy mucho! jaj muchisimo es poco
t amooooo
besooo
adioss

Anónimo dijo...

coincido con lo que dice arriba..sos fea y puta! jajaja (muy)

chiste porong, lindo texto, pase a joder con tal de no estudiar mat...
besos y nos mantenemos en contacto

pd: puta

Anónimo dijo...

increible, me gusto tu redaccion, tu expresion, y el arco iris.. es hermoso.. !
es tel cuel

Anónimo dijo...

laru.. muy bueno! pero posta.. me encanto
Sonrisas que parecieran hablar con experiencia, lágrimas débiles combinándose con algunas más fuertes, emociones que vuelven a crearse sin sentirnos artistas, permanecer callados cuando el corazón es el único que habla y nos enmudece.

eso es lo que me pasa ahora...
te queor mucho